
Crítica tema por tema al disco que exige oídos despiertos y cero pereza auditiva.
Con Cuerpos Vol. 1, Babasónicos vuelve a demostrar que su vocación no es el “hit” sino la mutación. No buscan agradar: buscan incomodar con elegancia. El disco es una exploración del cuerpo —físico, emocional, político— en tiempos saturados de estímulos. No es música para pasar de fondo: es música para entrar y bancarse la fricción.
A continuación, el desglose quirúrgico tema por tema de Cuerpos Vol. 1 de Babasónicos.

1. Tiempo Off
El disco abre con un pedido desesperado en clave melliflua: “dame tiempo off”, como si el narrador estuviera harto de sostener el mundo y pidiera licencia emocional. La batería arrastra, la guitarra muerde suave, la voz parece fumarse el último hilo de energía. Es una entrada perfecta: te dice “esto no va a ser liviano, así que ajustá el cinturón”.
2. Revelaciones Aparte
Aquí sube la tensión. Rock clásico, guitarras ásperas, un pulso eléctrico que no negocia. Dárgelos canta como quien ya perdió la paciencia con el futuro. La frase “un paquete de humillaciones por presenciar en primera fila” funciona como editorial del 2025. Es un tema directo al plexo: crudo, lúcido y con la irritación justa.
3. Maracuyá
El primer desvío del viaje. Voces filtradas, capas electrónicas, un clima que oscila entre trance, sueño y fiebre. El maracuyá no es fruta exótica, acá: es una metáfora del deseo ácido, de la herida interna que no cicatriza. Perturbadora sin ser ruidosa, es de esas canciones que crecerán en quienes disfrutan la incomodidad elegante.
4. Cocos
Cambio de paisaje. La banda propone un oasis: un falso relax envuelto en ritmo tibio, casi playero. Pero debajo hay inquietud: la sensación de que cualquier descanso es un paréntesis frágil. El tema respira nostalgia y evasión, como si uno quisiera irse del mundo por 3 minutos y medio sabiendo que debe volver igual.
5. Advertencia
El single y el corazón rítmico del disco. Mezcla electrónica, sensualidad, oscuridad y ese toque de fatalismo marca registrada. “A veces quiero fuego y me quemo”: Babasónicos hace poesía del masoquismo emocional sin ponerse solemne. Es adictiva, bailable, pero nunca complaciente. La advertencia es doble: para el oyente… y para el propio narrador.
6. Miau
Una joya discreta. Bajo grueso, ritmo contenido, atmósfera de bar nocturno donde el humo no molesta. Dárgelos canta con soltura resignada, casi un suspiro largo hecho canción. Un lamento contemporáneo disfrazado de ronroneo. De los temas más sensibles y mejor construidos del álbum.
7. Labios Apilados
Aquí vuelve la estética del crepúsculo: electrónica sutil, guitarras en tonos bajos, un órgano que aparece como fantasma. No busca brillar: busca quedarse. Crece a fuego lento mientras habla de erosiones emocionales, de labios que no saben si besar o callar. Tema puente, tema bisagra, tema que gana con la tercera escucha.
8. Mercado Blue
Un mensaje para esta era líquida. Sintetizadores hipnóticos, guitarras que se doblan entre sí, un clima casi distópico. El título ya anticipa ironía económica y existencial: “mi ironía, mi poca simpatía… no tiene precio fijo”. Es el lado más experimental del disco: el cuerpo como mercancía, como valor flotante, como volatilidad afectiva.
9. Mi Propia Música
El cierre no es triunfalista: es identitario. Babasónicos se mira al espejo y dice “esto soy, esto hago, esto no negocio”. El tema funciona como manifiesto: en un mundo lleno de copias, algoritmos y ruido, la banda elige la singularidad. Es un broche perfecto: sobrio, emocional y con la frente en alto.

Conclusión: un disco que no quiere gustar… quiere permanecer
Cuerpos Vol. 1 no es amable. No es inmediato. No está hecho para el oyente que busca Dopamina Express. Es un disco que pide dejar el celular a un costado, escuchar con todos los sentidos y aceptar que, a veces, entender viene después.
Es Babasónicos en modo quirúrgico: cortando, abriendo, examinando el cuerpo social y el cuerpo íntimo. Y entregando un álbum que respira, transpira y duele.






