En tres horas de show, una puesta hipnótica, repleto de hits y una producción coreográfica de altísimo nivel internacional, la colombiana Karol G reafirmó ante sus fans argentinos porque es hoy una de las artistas más influyentes del mundo.
Vivir un show de Karol G es siempre una experiencia superadora, que explota todos los sentidos ansiando que no termine. Y es que la colombiana tiene un poder escénico único, que trasciende el género en el que tanto han querido encasillarla, para dar cuenta que la fortaleza de su talento interpretativo y compositivo es justamente la libertad con la que se mueve en la música.
Consagrada como una de las referentes latinas más importantes de la música urbana, Karol G viene transitando años cargados de reconocimientos y batiendo récords de convocatorias en cada uno de sus pasos artísticos. Siguiendo con este nivel de éxito rotundo, agotó en tiempo récord sus shows en el Estadio Vélez como parte de “Mañana Será Bonito Tour” por Latinoamérica.
Embanderada por completo, desde un especial look elegido con los colores argentinos, flameando nuestra bandera y vistiendo nuestra camiseta de la selección, Karol G demostró el afecto y lazo profundo que la une con nuestro país, emocionando en cada palabra dedicada con atención a sus fans, leyendo carteles y generando momentos únicos de complicidad.
Con un cuerpo de bailarines que potenciaba la inmensidad de su presencia en vivo, la interpretación de cada canción fue arrolladora. Así pasaron “TQG”, “Provenza”, “El makinon”, “Gato malo”, “Tusa”, “Bichota”, “Mañana será bonito”, entre las casi 30 canciones que abarcaron el repertorio, haciendo un recorrido por su enorme trayectoria.
Su paso por Vélez brindó una producción integral extraordinaria, con una puesta audiovisual impactante, tanto en su despliegue de pantallas como en el escenario con pasarela y estructuras aéreas que lograban que el público disfrutaran al extremo desde cualquier lugar del estadio. La narrativa y concepto del show de Karol G es capítulo aparte, por la impronta siempre tan especial que la estrella latina transmite en sus letras y melodías, en esta oportunidad complementando de manera perfecta con las visuales, voces en off y cambios de vestuarios, como en un especie de obra dividida en actos que marcaban el clima. Su potente voz y la potencia de sus movimientos en escena transmutan de lo erótico, sensual a lo romántico y angelical en las horas que dura el show.