El Movistar Arena fue el escenario de un espectáculo audiovisual sin precedentes de la mano de Eric Prydz, uno de los íconos más destacados de la música electrónica mundial. Con su aclamado show HOLO, Prydz ofreció una experiencia completamente inmersiva, combinando un impecable set musical con hologramas 3D y efectos visuales que desafiaban los límites de la realidad, dejando hipnotizados a los miles de fanáticos presentes.
La noche comenzó a las 19:30 con la talentosa DJ Ffina, encargada de abrir el evento y preparar el ambiente para lo que sería una velada inolvidable. Ffina, una figura en ascenso en la escena electrónica, sorprendió al público con un set vibrante, destacando su habilidad para mantener una energía en constante ascenso.
Poco después, pasadas las 20:00, el DJ invitado Cristoph subió al escenario, desplegando todo su potencial y demostrando por qué es uno de los gigantes del house progresivo. Conocido por sus producciones nítidas, que incluso captaron la atención de Eric Prydz, Cristoph mantuvo la atmósfera cargada de intensidad, preparando el terreno para el clímax visual y musical que estaba por llegar. Su set fue un viaje sonoro que atrapó al público, anticipando la llegada del acto principal de la noche.
Finalmente, Eric Prydz tomó las riendas del espectáculo con su innovador show HOLO, en el que música y tecnología se fusionaron de manera única. Desde el primer beat, el público fue transportado a una dimensión futurista. Una mano tridimensional apareció en el aire, rompiendo las barreras de la realidad ante los ojos de los asistentes. Prydz mezcló sin esfuerzo su extenso catálogo de house progresivo y techno, mientras hologramas 3D y luces coreografiadas envolvían a todos en una experiencia multisensorial.
El espectáculo incluyó proyecciones holográficas de astronautas, androides, robots, ballenas azules, tortugas marinas y otras figuras que parecían surgir de las pantallas LED y flotar sobre el público. Los visuales, perfectamente sincronizados con la música de Prydz, generaron asombro constante en cada transición.
El show culminó cuando Prydz cerró su set con la épica «Opus», desatando una ovación generalizada mientras las últimas figuras de luz se desvanecían en el aire. La energía en el Movistar Arena alcanzó niveles únicos, con todos los asistentes completamente entregados a la experiencia.