La Renga realizó anoche el primero de los cuatro conciertos programados en la cancha de Racing de Avellaneda. Pasaron más de seis años y numerosos intentos frustrados, enfrentándose a la negativa oficial del Gobierno porteño por razones administrativas, desde la última presentación del trío originario del barrio de Mataderos. El reencuentro, a pocos kilómetros de la Capital, no podría haberse dado en un momento más oportuno.
El retorno a los principios políticos que marcaron la década menemista ha revitalizado un modelo de espíritu de resistencia que el rock asumió en aquellos años. Es en este contexto donde La Renga puede llevar la antorcha que jamás abandonó.
La multitud que abarrotó el estadio aprovechó la oportunidad para expresar su descontento con el gobierno de Javier Milei y defender el espacio donde pueden sentirse dueños de la situación.
Es relevante destacar que La Renga había criticado al actual presidente cuando, en plena campaña electoral, se apropió del tema “Panic Show”. Esto creó un ambiente propicio para que el primer concierto en Racing tuviera una carga extra de catarsis y celebración.
Desde temprano, los alrededores del estadio mostraron un ambiente festivo con grupos de fanáticos llenando las calles entre cánticos y banderas. La policía bonaerense, fuertemente armada, custodiaba la zona.
La fiesta alcanzó su punto álgido cuando, a las 22, el trío conformado por Nápoli, Teté y Tanque Iglesias hizo funcionar su poderosa maquinaria de rock sin rodeos, caracterizada por los riffs de guitarras distorsionadas y la sólida base rítmica.
El motivo era poner fin a la gira de presentación de “Alejados de la red”, el álbum publicado en 2022, que también incluyó un recordado show en Ushuaia a fines de noviembre. Aunque la estética de la escenografía replicó la portada del álbum y la banda incluyó varios temas de ese disco, también repasaron toda su historia.
Con 31 canciones interpretadas durante el concierto de casi tres horas, el grupo pudo darse el lujo de dejar fuera temas como “La balada del diablo y la muerte”, “El revelde” y “Panic Show”.
Para cuando el show concluyó cerca de la una con “Hablando de la libertad”, ningún fan pudo sentirse decepcionado, ya que el repertorio fue contundente y no dejó espacio para quejas. “Buena pipa” y “Tripa y corazón” marcaron el inicio sin dar respiro.
“Qué lindo tocar acá, tan cerca de casa”, celebró Chizzo, quien optó por dejar que la potencia de las canciones hablara por sí sola. Hubo pocos discursos, pero el público respondió con entusiasmo, especialmente durante “El que no salta votó a Milei”.
“Estamos en tiempos difíciles”, comentó Chizzo, quien respondió con una visceral interpretación de “Hielasangre”. Entre temas de “Alejados de la red” y clásicos como “El ojo del huracán”, “Voy a bailar a la nave del olvido” y “Corazón fugitivo”, la banda ofreció una actuación memorable.
El final incluyó éxitos como “El viento que todo empuja”, “Oscuro diamante” y “La razón que te demora”. Para los bises, La Renga interpretó “Desnudo para siempre (o despedazado por mil partes)”, “Arte infernal”, “El final es en donde partí” y “Hablando de la libertad”.
La Renga volverá a presentarse en Racing en las próximas fechas, continuando con el retorno de las políticas de los 90 reflejadas en los rituales rockeros combativos que han recuperado su lugar.
Con información de la agencia Télam