La Renga ofreció un concierto memorable, de aquellos destinados a quedar grabados eternamente en la memoria tanto de la banda como de sus incondicionales seguidores, dejando una huella indeleble en la historia del rock nacional. Este sábado, en medio del frío y, por momentos, bajo la lluvia, y a las orillas del Canal Beagle, en el Fin del Mundo, 20.000 fanáticos, que durante más de diez días habían viajado desde distintos puntos del país para presenciar el evento, vibraron al ritmo de la banda de Mataderos.
El espectáculo, que duró casi tres horas, se llevó a cabo frente al hangar de la Base Aeronaval de la ciudad de Ushuaia, en Tierra del Fuego.
Banderas, paraguas, humo y saltos característicos para enfrentar las bajas temperaturas y el viento sur alcanzaron su punto culminante a las 21.56, cuando resonaron con fuerza los acordes de “Tripa y corazón”, el tema de apertura del recital transmitido en vivo por la plataforma de streaming Star+ para toda Latinoamérica.
“Una cosa es decirlo y otra vivirlo. ¡Qué emoción es estar hoy acá, amigos!”, expresó “Chizzo” desde el escenario incrustado sobre la puerta de un hangar, cuyo frente se utilizó como pantalla para la proyección de imágenes y luces.
La logística del espectáculo y la calidad del sonido no disminuyeron en absoluto respecto a otras presentaciones de la banda en grandes centros urbanos, a pesar del desafío logístico que supuso trasladar los elementos a través de miles de kilómetros, incluso atravesando Chile y cruzando el Estrecho de Magallanes.
Con este concierto en Tierra del Fuego, La Renga también completó su recorrido por todo el país, siendo la única provincia donde nunca antes habían actuado.
Cuando sonó “Buena Pipa”, la segunda canción del espectáculo, apenas había anochecido a orillas del Beagle, y las banderas de fanáticos de diversas regiones del país se mezclaban en un sentimiento de comunidad organizada.
Cerca de las 23, el público estalló con el hit “Balada del diablo y la muerte”, y media hora después con “El revelde”.
A medianoche, con casi dos horas ininterrumpidas de recital, otro momento de euforia colectiva se produjo con la interpretación de “El final es en donde partí”, seguido por “Oscuro diamante” y luego “Panic Show”, donde el vocalista hizo referencia a “ojo Milei”, aludiendo a la utilización del tema durante la campaña electoral por parte del ahora mandatario electo Javier Milei.
Tras “La razón que te demora”, “Chizzo” hizo una pausa en el concierto para agradecer a “los que vinieron de todos lados, en avión, en auto o en moto” y a aquellos que “se bancan la lluvia”. La lluvia, que comenzó a caer con intensidad en el Fin del Mundo, agregó un toque épico al momento.
La voz de La Renga también recordó el genocidio Selk`nam, el pueblo originario de la provincia que perdió a la mayoría de sus habitantes con la llegada de los europeos en el siglo XIX y XX, recordado en la provincia cada 25 de noviembre, día feriado.
En conmemoración del aniversario de la muerte de Diego Armando Maradona, una enorme bandera con el número 10 flameó durante toda la noche en medio de la multitud.
Los “rengueros”, como se autodenominan los fanáticos de la banda, salieron de su repertorio habitual de canciones de cancha adaptadas a sus ídolos para hacer alusión a su presencia en el Fin del Mundo y expresar su sentimiento por la causa Malvinas que moviliza a los pobladores fueguinos.
Por ello, el himno “Y ya lo ve, el que no salta es un inglés” fue, de lejos, el entretenimiento más utilizado por los fanáticos para pasar las horas previas al espectáculo.
La llegada de los “rengueros” transformó la apariencia habitual de Ushuaia y llevó a las autoridades a tomar medidas para asegurar alojamiento, habilitando zonas especiales para acampar, puestos de comida ambulante, baños públicos y reforzando la seguridad.
Los viajeros se aventuraron a travesías impredecibles, soportando los vientos patagónicos a lo largo de cientos de kilómetros por la Ruta Nacional Nº3, pasando por Chile y regresando al país al norte de la ciudad de Río Grande antes de continuar el viaje hasta Ushuaia, atravesando el paso más austral de la Cordillera de Los Andes.
Después de “Hablando de la libertad” y un “Gracias Ushuaia, nos vemos la próxima”, el “banquete”, como lo llaman los fanáticos, llegó a su fin, y los miembros de la emblemática formación de hard rock descendieron del escenario para saludar a un público efervescente.
Fue el cierre de una noche legendaria en el Fin del Mundo, una de esas que será difícil olvidar.
Con información de Télam