Babasonicos volvió a provocar una reacción en cadena y cada uno de los asistentes a los shows en el Movistar Arena se llevó una porción de rock concebido de manera única. Durante casi dos horas, ofreció un concierto distinto a los que habían presentado en el mismo lugar durante los últimos dos años y también al que ofrecieron a finales de 2023 en el Campo de Polo. La noche especial estuvo marcada por una mezcla de clásicos y temas menos habituales en vivo, acompañados por una puesta en escena tan creativa como impactante.
Desde el inicio con el reciente sencillo «Tajada», Adrián Dárgelos se adueñó del escenario y estableció un diálogo con el público que se limitó principalmente a las letras de las canciones. Mariano Roger, Diego Tuñón, Diego Uma, Diego Castellano y Tuta Torres demostraron rápidamente que los años de giras y presentaciones solo han elevado su destreza.
FOTOS: Martín Bonetto
Ubicados en una especie de bunker con paredes de pantallas, se vieron rodeados de vetas de roca en primer plano desde el principio. Las imágenes cambiaron continuamente durante todo el concierto: las «paredes» proyectaron desde acercamientos a cada músico reflejado en espejo hasta formas geométricas, intensificando la experiencia de cada canción. Además, tiras de luces a lo largo de tres de los lados del estadio crearon ambientes distintos para cada tema.
Y así, «Fizz» desafió a los impostores en la espuma social mientras clamaba por un lugar entre ellos, «La izquierda de la noche» se erigió como un manifiesto para compartir el amor, «En privado» propuso intimidad a pesar de todo, y «Cretino» admitió no ser premio para nadie. Con el público ya caldeado, «Sin mi diablo» los hizo vibrar, «Adiós en Pompeya» invitó a abrazar la oscuridad, e «Irresponsables» provocó su efecto perdurable de hit inoxidable.
El manejo impecable de los climas continuó con seguidillas como las de «Tormento» y «El colmo», donde el público volvió a exigir a gritos que la canción los llevara lejos. Luego, cuatro canciones seguidas de «Trinchera»: «Lujo», «Anubis», «Bye Bye» y «Vacío», mostrando una vez más la versatilidad de enfoques que Babasónicos puede abordar sin perder coherencia. «Risa» continuó el diálogo personal con el público, invitándolos luego a rockear en una «Fiesta popular».
Dárgelos dejó el escenario para que Roger y Uma se hicieran cargo de las voces en una sorprendente versión de «Curtis». A continuación, un golpe tras otro con canciones como «Microdancing», «Putita», «Mimos son mimos», «Paradoja», el explosivo tándem «Carismático»- «Yegua», la sensualidad de «Rubí», y el baile desenfrenado con «La lanza» y «Delectrico». El cierre con «La pregunta» arrastró al público a un vendaval de emociones en medio de los cuestionamientos de la canción. En los bises, «Ingrediente» y «Cicatriz #23» -que sonó por primera vez en vivo en Buenos Aires- dejaron al público listo para el cierre con «¿Y qué?».