Eruca Sativa integrado por Lula Bertoldi, Brenda Martín y Gabriel Pedernera realizaron en 2023 los festejos por su 15 aniversario con un show en el Movistar Arena de Buenos Aires en el mes de diciembre. Además, sumaron más de 30 shows en Argentina y se embarcaron en una gira mundial en la que recorrieron: Uruguay, Paraguay, Chile, Colombia, México y España.
”¿La están pasando bien?, ¿vamos bien?, ¿estamos bien?, hace un mes que estoy nervioso con este show”. Las palabras (confesiones) brotaban de un David Lebón visiblemente emocionado. No era para menos. Un Movistar a pleno fue testigo de un artista, que a los 71 años, mostró que todavía tiene mucho para dar. “Gracias por venir. Con Serú llenamos River, pero acá estoy solito. Algo me quieren”, lanzó el Ruso a un público que festejó cada alocución.
En una noche que trascenderá el tiempo, transformó el imponente recinto de Villa Crespo en un santuario de emociones, donde cada nota, cada acorde, fue un puente hacia lo más profundo del corazón de su audiencia. La proximidad entre el artista y su público fue la piedra angular de este espectáculo magistral, tejiendo un vínculo que convirtió cada asiento en un lugar íntimo y especial.
A las 21:15 el telón se levantó con la fuerza arrolladora de “No seas dura”, una declaración de principios incluida en su último álbum, HERENCIA LEBÓN 3. Desde el primer momento, se respiraba la energía inconfundible del rock en el aire, una energía que Lebón lleva en las venas. Temas como “Cuánto tiempo más llevará” y “En la vereda del sol” resonaron con una intensidad visceral, sacudiendo a los presentes.
FOTOS DE MARTÍN BONETTO
El viaje musical abarcó diversas etapas de su carrera, cada canción una joya que brillaba con luz propia. El blues encontró su voz en temas como “Esperando nacer” y “Copado por el diablo”, donde la guitarra de Lebón habló con el alma. La colaboración especial del virtuoso guitarrista Alambre González en “Copado por el diablo” y la emotiva interpretación de “Mundo agradable” dejaron una huella imborrable. ¡Cómo toca Alambre!, resaltó Lebón.
“Me pasaron algunas cosas y ustedes me salvan”, indicó el Ruso, para luego invitar al escenario a la impresionante Luz Gaggi, quien se lució en “Frecuencia Modulada” y “Encuentro con el diablo”.
La versión de “Pubis angelical” mostró a Lebón en la batería y el joven prodigio Carmelo Addario (de 9 años) al piano y su padre Palmo Addario en la guitarra.
Después se atrevió con “Blackbird” de The Beatles, donde demostró toda versatilidad y amor al cuarteto de Liverpool.
En la versión de No soy un extraño se sumaron Nico Sorín y Hernán Jacinto, ambos en teclados y Gabriel Pedernera, en batería electrónica. David se equivocó en una parte y muy compungido pidió perdón. “¡Me perdonan, me equivoqué, qué vergüenza, toco desde los 14 años y me pasa esto!”. Y agregó, entre risas: “Esto seguro lo va a ver Charly”.
La interpretación magistral de “Layla” de Eric Clapton, con la participación del excepcional Luis Salinas en la guitarra y Cristian Judurcha en la batería, fue un momento sublime lleno de magia y emoción. “Siempre quise tocar como Eric Clapton, pero nunca pude hacerlo como él”, comentó Lebón y el público estalló en risas.
El show no dio respiro. Y apareció en escena Baltasar Comotto (guitarrista de Los Fundamentalistas, la banda de Indio Solari) con todo su virtuosismo en “Despiértate nena” y “Noche de perros”. Sus solos elevaron la experiencia a un nivel superior.”
“Fue pura felicidad mi paso por esta vida. Amémonos”, expresó el Ruso. “¡Olé olé olé, David, David!”, replicó el público que llenó el Movistar.
Pero no faltaron los clásicos que hicieron vibrar a todos: Desde “No llores por mí Argentina”, siguiendo por “Seminare”, pasando por “Puedo sentirlo” y la versión impecable de “Desarma y sangra”, acompañada por violín (el notable Alex Musatov), contrabajo y piano.
El cierre del show con el eterno “Nos veremos otra vez” fue el broche de oro de una noche inolvidable, un momento en el que el tiempo pareció detenerse y la música se convirtió en eternidad.
Después de más de dos horas y media de show, llegó la presentación de su banda, que estuvo integrada por Leandro Bulacio (dirección musical, piano y coros), Daniel Colombres (batería), Roberto Seitz (bajo y coros), Gustavo Lozano (guitarra y piano) y Daniel Ferrón (guitarra y coros).
“Gracias por venir”, exclamó Lebón al público. Luego hizo subir a su mujer, Pato, para que también recibiera su merecida ovación.
David Lebón demostró porque es un ícono del rock. Su habilidad para conectar con cada persona, es verdaderamente especial. Su legado musical es una herencia invaluable que seguirá por muchas generaciones.
“Amémonos. El amor es todo”, indicó.
Así será, David.
LISTA DE TEMAS
1- NO SEAS DURA 2- CUANTO TIEMPO MAS LLEVARA 3- EN LA VEREDA DEL SOL 4- BONZO 5- ESE TREN 6- NUEVAS MAÑANAS 7- LATIN RUMBA 8- ESPERANDO NACER 9 - 32 MACETAS / NO CONFÍES 10- COPADO POR EL DIABLO INVITADO ALAMBRE GONZÁLEZ 11- MUNDO AGRADABLE INVITADO ALAMBRE GONZÁLEZ 12- FRECUENCIA MODULADA INVITADA LUZ GAGGI 13- ENCUENTRO CON EL DIABLO INVITADA LUZ GAGGI 14- SAN FRANCISCO Y EL LOBO / BLACK BIRD 15- EL TIEMPO ES VELOZ 16- SIN DECIR ADIÓS 17- PUBIS ANGELICAL DAVID LEBÓN EN BATERÍA, BULACIO EN TECLADO 18- NO SOY UN EXTRAÑO INVITADOS NICO SORIN/ HERNÁN JACINTO/GABRIEL PEDERNERA 19- DESARMA Y SANGRA 20- LAYLA INVITADO LUIS SALINAS 21- PUEDO SENTIRLO 22-DESPIÉRTATE NENA INVITADO BALTASAR COMOTTO 23- NOCHE DE PERROS INVITADO BALTASAR COMOTTO 24- NO LLORES POR MI ARGENTINA 25- SUELTATE 26- SEMINARE 27- NOS VEREMOS OTRA VEZ
“Sin dudas, este ha sido el mejor recital de nuestra historia“, exclamó Piti Fernández con una emoción que inundaba cada rincón del estadio de Ferro. Las palabras del líder de Las Pastillas del Abuelo resonaron en los corazones de los 35 mil fanáticos que se congregaron para ser testigos de una noche inolvidable, donde la música y la pasión se fundieron en un único latido. Habían pasado casi 3 horas y 30 canciones de un espectáculo que fue mucho más que un concierto; fue una experiencia sensorial, un viaje a través de las emociones más profundas y los recuerdos más intensos.
Cada acorde, cada letra, cada gesto de los músicos fue recibido con una ovación ensordecedora por parte del público, que no escatimó en energía para devolver el amor y la pasión que emanaban del escenario. La complicidad, un vínculo único, una conexión que trascendió lo físico y lo tangible para adentrarse en lo más profundo.
FOTOS POR SERGIO ACOSTA – GENTILEZA PRODUCE CRACK
FOTOS POR SERGIO ACOSTA-GENTILEZA PRODUCE CRACK
Cientos de jóvenes (y otros que no tanto), ansiosos y expectantes, se juntaron en la Plaza del Ángel Gris, en las esquinas de la avenida Avellaneda, en la previa del show para dar inicio a una fiesta pastillera sin igual. Desde temprano, se podía sentir la electricidad en el aire, alimentada por la emoción que emanaba de cada uno de los presentes. Micros provenientes de distintas localidades llegaban repletos de seguidores, todos con un único motivo: ver otro recital de Las Pastillas del Abuelo.
Con cada minuto que pasaba, la expectativa crecía, alimentada por la certeza de que la noche sería memorable. Los rostros de los jóvenes reflejaban la emoción contenida, la alegría de estar viviendo un momento único junto a sus amigos y seres queridos.
“Piti tiene razón, Piti tiene razón, esto es una fiesta la p… madre que lo parió“, agitó el público cuando habían pasado las 21 y el show aún no daba inicio. Se hizo esperar: poco antes de las 21:30 se apagaron las luces del estadio Estadio Arquitecto Ricardo Etcheverri. Con Piti Fernández en la voz, Bochi Bozzalla y Fernando Vechio en las guitarras, Alejandro Mondelo en los teclados, Santiago Bogosich en el bajo, Juan Comas en la batería y Joel Barbeito en el saxo, la banda estaba lista para ofrecer un espectáculo inolvidable.
Sorprendieron a todos cuando los siete se colocaron en el final de la pasarela para iniciar con “José“, de su disco debut “Por colectora“, del 2005. “Cerveza“, “Locura y realidad“, “Amar y envejecer“ se sucedieron. “Esto recién comienzaaa», lanzó Piti.
La banda se colocó en el lugar habitual tras la sorpresa inicial y se despachó con “Me juego el corazón“, “Donde esconder tantas manos“, “Hasta acá“ , “Fuerza locura y libertad“.
Las cuatro pantallas gigantes y un impactante juego de luces fueron el marco perfecto para la sucesión de temas como “Interpretación“, “Rompecabezas de amor“, “Postura“, “Inercia“.
“¿Qué es Dios?“, el poema de Alberto Sueiro convertido en canción, se erigió como un punto alto del show, un himno pastillero por excelencia. «No olvidemos a Beto Sueiro», lanzó Piti.
“Historias“, “Quién sabe“, “Dulce“, “Sabina y Piazzolla“, “Ama a quien llora por ti“ precedieron a “Loco por volverla a ver“, donde apareció en escena el primer invitado de la noche. Emanuel Noir, vocalista de Ke Personajes, se unió para versionar «Loco por volverla a ver». «Sorpresas te da la vida», indicó Piti.
El segundo invitado fue Benjamín Amadeo, reconocido actor y músico, quien cumplió su sueño de cantar «El Favor». «Escucho a Las Pastillas desde siempre y hoy me toca estar en un escenario con ellos. No me lo voy a olvidar nunca», expresó Amadeo. «Cómo canta el hijo de puta», lo despidió Fernández.
En la recta final del show, cuando ya se había superado la medianoche, el barrio de Caballito fue testigo de “Escaleras“, “Osiris“, “Enano“, “Esperando un puto as“. Y los bises con “Qué pretendo“, “Ojos de dragón“ y “Vuelta de tuerca“.
Desde los acordes iniciales hasta el último suspiro de la melodía, cada nota resonó con intensidad y emoción. La voz de Piti Fernández guió al público, las guitarras de Bochi y Fernando tejieron complejas y hermosas armonías. Acompañados por los envolventes acordes de Alejandro en los teclados, la sólida base rítmica de Santiago en el bajo y Juan en la batería y el saxo de Joel con un toque de sensualidad y profundidad, elevando la experiencia auditiva.
Una noche mágica, un día 20 (número mágico para Las Pastillas), que quedará grabada en la memoria de toda la familia pastillera para siempre.
El SET LIST: Yo la pego, El ritmo, El cumbion, Me voy, yo tomo, De onda, estrella porno, Toco y yo voy, El gordo motoneta, Perro amor explota, Vuelos, Decimo, Víctimas, porteño de ley, El viejo de arriba, Sr Cobranza, La argentina al palo, La bolsa, Negra murguera, Se viene.
Se vivieron dos jornadas inolvidables en la montaña, con más de 100 mil personas que hicieron latir al país entero. El festival brindó una experiencia 360 entre las sierras de Santa María de Punilla, anticipando la celebración de los 25 años que se conmemoran en el 2025.
Esta última edición será recordada como la más grande y diversa de la historia, concretada con dos jornadas que además tuvieron momentos de confraternidad entre artistas y se vieron situaciones de amistad y compromiso con Cosquín Rock como cuando Ciro hizo subir al escenario a Tete de La Renga para que el público lo salude porque era su cumpleaños. También Los Caligaris contaron con un montón de colegas (Piti y Bochi de Las Pastillas del abuelo; Ale Kurtz de El Bordo; Yami Safdie, entre otros) para compartir ‘Asado y Fernet’, y por supuesto el show que plantearon Los Pericos haciendo canciones junto a Natalie Pérez, Los Auténticos Decandentes, Ke Personajes y Sebastián Teysera de La Vela Puerca y más.
Existieron fuertes momentos musicales donde se reinterpretaron canciones clásicas del rock argentino. Por ejemplo, Tiago PZK hizo ‘Crimen’ de Gustavo Cerati, Dillom ‘Señor Cobranza’ de Las Manos de Filippi, Damas Gratis ‘El Mono Relojero’ de Kapanga, los Decadentes ‘La Rubia Tarada’ de Sumo y ‘Costumbres Argentinas’ de Los Abuelos de la nada’ viviendo una verdadera fiesta de la música argentina.
En ese sentido, tanto el soleado día 1 como el despejado (luego de una tormenta que pasó rápidamente) día 2, se vistieron con elegancia y fiesta tanto para quienes viajaron por primera vez a Cosquín Rock, como para aquellas personas que ya vivieron la experiencia en otras oportunidades, cumpliendo el desafío de ser la montaña con más agite del país.
El Festival movilizó más de $ 21 mil millones.- Cosquín Rock 2024 se desarrolló en 14 hectáreas, la mayor superficie en Latinoamérica usada para un festival. – Los 6 escenarios presentaron 106 propuestas.- Se entregaron 90 mil litros de agua gratis.
– La realización del evento construyó, una vez más, 5000 empleos directos. A esta cifra deben anexarse los empleos indirectos dentro del festival, y los emprendedores e independientes, así como otros agentes indirectos fuera del predio, que impactan en servicios y comercios de la región, así como la economía social.
Para cuando la medianoche había quedado bien atrás, la celebración se extendió con la cumbia de Damas Gratis, el set electrónico del DJ estadounidense Steve Aoki y la combativa actuación de Molotov; en tanto que más temprano el trap se sentó en la mesa de los grandes dentro de la historia del festival con los shows de Duki e Ysy A en el escenario Norte, uno de los dos principales de los seis montados en el predio.
Hacia media tarde, el escenario Norte fue el sitio de los nuevos sonidos urbanos, con Neo Pistea en un estilo más purista, y, más tarde, con Milo J y su cruce con otras vertientes, incluso folclóricas.
Hacia la noche, esta tendencia mostró dos de sus cartas más fuertes: Duki, acaso el artista más convocante de esa escena; e Ysy A, el joven que provoca literalmente temblores en cada presentación.
Y aunque es verdad que el trap ya se instaló en el Cosquín Rock y ocupa horarios y escenarios centrales, aún debe hacer pie ante la gran oferta de shows que se dan en simultáneo.
La jornada de cierre del Cosquín también tuvo atracciones como Usted Señalemelo, Mimi Maura, Dancing Mood, Cruzando el Charco y El Bordo.
El broche de oro lo pusieron la cumbia de Damas Gratis, el set electrónico de Steve Aoki y los mexicanos de Molotov.
Con más de cien artistas entre las dos jornadas, repartidos en seis escenarios, y ante una concurrencia general que se acercó a las cien mil personas, pasó otra edición del festival más tradicional y federal que se realiza en nuestro país, con grandes momentos artísticos que siguen sumando a su largo historial.
El clima festivalero finalmente apareció en el segundo día del Cosquín Rock, de la mano de una buena respuesta de público y, fundamentalmente, de las actuaciones de Ciro y Los Persas y Las Pastillas del Abuelo.
Aunque aún no trascendieron cifras oficiales, ya desde las 17, cuando Las Pastillas del Abuelo pisó el escenario Sur, uno de los seis montados en el Aeródromo del Valle de Santa María de Punilla, en Córdoba, era evidente que la concurrencia superaba con amplitud a las 45 mil personas que asistieron ayer.
Y si la banda que tiene a Piti Fernández se encargó de levantar a la multitud con su cada vez más estilizado cancionero de barrial poética; en las últimas horas de la tarde, el exlíder de Los Piojos apeló a su pulso festivalero para arrogarse un cetro que aún estaba vacante en esta edición.
No es que Ciro haya puesto en marcha alguna estrategia que no sea conocida, pero el formidable frontman se mueve como pez en el agua en este tipo de acontecimientos y sabe sacar provecho de eso.
Una buena dosis de canciones de Los Piojos, como «Tan solo» y «Como Alí», entre otras; los hits cosechados en su etapa solista y el toque justo de sensiblería, desde melodías sencillas pero de ribetes épicos fueron las armas a las que apeló el artista.
A eso le sumó algunos videos que fueron directo al corazón sin ponerse colorado con alusiones al mundial de fútbol ganado en 2022 e imágenes de la sierras cordobesas mientras interpretaba «Bicho de ciudad».
Desde un sitial de jugador tan local como Las Pelotas -número que se espera para cerca de la medianoche-, Ciro se adueñó una vez del escenario a sabiendas de que parte con ventaja en ese sentido.
Todo esto sucedió en el escenario Sur, mientras que en el Norte, al otro extremo del predio, Los Caligaris montaban su personal celebración de carnaval, con su música festivas y show circense.
En tanto, en el escenario Montaña, la tarde transcurrió entre el rock cancionero de Estelares; el divertido set de El Kuelgue, con su humor absurdo de libre asociación y sus melodías cool; y la energía y distorsión sonora de Catupecu Machu.
Hacia media tarde, el escenario Norte fue el sitio de los nuevos sonidos urbanos, con Neo Pistea en un estilo más purista, y, más tarde, con Milo J y su cruce con otras vertientes, incluso folclóricas.
En tanto, por el Sur pasaron más temprano expresiones más rockeras como Cruzando el Charco y El Bordo.