Emmanuel Horvilleur, uno de los íconos más destacados del rock y pop argentino, dejó una marca imborrable con su reciente serie de tres shows “de colección” en Niceto Club. Durante estas noches memorables, el artista ofreció a sus seguidores un viaje musical a través de su prolífica carrera solista, que abarca siete discos, y sorprendió con interpretaciones de clásicos de Illya Kuryaki and the Valderramas que no cantaba desde hace años.
Con una energía inigualable, una presencia escénica arrolladora y una puesta de lo más refinada, Horvilleur inició cada show con una selección de temas de su extensa discografía solista. Canciones de álbumes como “Música y Delirio”, “Mordisco”, “Amor en polvo”, “Pitada” y su más reciente trabajo, “Aqua Di Emma”, resonaron en el venue de la calle Niceto Vega, recibiendo una acalorada ovación. Temas como “Yo soy la disco”, “No como” y “Negra Monamour” fueron coreados a viva voz, demostrando la vigencia y el cariño del público por su música.
Pero la sorpresa de la noche llegó cuando Horvilleur decidió revivir algunos clásicos de Illya Kuryaki and the Valderramas, la legendaria banda que cofundó junto a Dante Spinetta. Para cada show hizo una particular selección: en la primera fecha tocó “Fabrico Cuero”, en la segunda “Galaxia” y en la tercera “Abismo”, haciendo un juego de varieté entre su público. Sin embargo, cada noche deleitó con el clásico “Abarajame” y el hit “Ula ula”. Estas interpretaciones fueron recibidas con euforia y nostalgia, transportando a los presentes a la época dorada de IKV.
Fotos: Agustín Dusserre
Los shows contaron con la participación especial de Goyo Degano de Bandalos Chinos para “Llamame”, en la primera y última fecha, y Juan Saieg, de Usted Señalemelo, para “19”, la balada que grabó junto a Gustavo Cerati.
Emmanuel Horvilleur no solo repasó su trayectoria con maestría a lo largo de dos horas de concierto, sino que también logró crear un puente entre generaciones, dejando en claro su impacto y relevancia en la música contemporánea. Estos tres shows en Niceto Club fueron una celebración de su carrera y un testimonio de su capacidad para reinventarse y seguir conquistando oídos y corazones.
Un repaso por sus 29 años de trayectoria, una fiesta de principio a fin llena de magia, ovación e invitados de lujo. Era la primera vez que La Vela Puerca tocaba en el Movistar Arena de Buenos Aires y las 15 mil personas que agotaron las entradas no pararon de saltar, cantar y agitar toda la noche. A las 21:30, puntualmente, arrancó el show que se extendió durante más de dos horas y 28 temas.
El primer invitado de la jornada fue Arquero desde Uruguay, para interpretar junto a la banda “La Pastilla” de su último álbum “Discopático”. También de Uruguay vino Camila, la cantante de la ascendente banda Niña Lobo para hacer una gran versión de “Para No Verme Más”. Promediando la noche subió al escenario Sebastián Andersen de El Plan de la Mariposa para luego dar paso al carismático Néstor Ramljak de Nonpalidece y una aclamada versión de “Burbujas”, para el final Juanchi Baleiron de Los Pericos dió el broche de oro con una gran interpretación de “El Viejo”.
Fotos: Tute Delacroix y Gallo Bluguermann
Pico de emoción para cerrar la noche a capella con “José Sabía” y las palabras de El Enano: “Algo lindo después de casi 30 años es que las canciones siguen vivas y cuando nosotros ya no estemos más, sé que van a estar bien cuidadas”
Consagrándose una vez más como una de las bandas más queridas, populares y convocantes del Rio de La Plata, La Vela Puerca volvió a afianzar el amor por Buenos Aires y su gente.
”¿La están pasando bien?, ¿vamos bien?, ¿estamos bien?, hace un mes que estoy nervioso con este show”. Las palabras (confesiones) brotaban de un David Lebón visiblemente emocionado. No era para menos. Un Movistar a pleno fue testigo de un artista, que a los 71 años, mostró que todavía tiene mucho para dar. “Gracias por venir. Con Serú llenamos River, pero acá estoy solito. Algo me quieren”, lanzó el Ruso a un público que festejó cada alocución.
En una noche que trascenderá el tiempo, transformó el imponente recinto de Villa Crespo en un santuario de emociones, donde cada nota, cada acorde, fue un puente hacia lo más profundo del corazón de su audiencia. La proximidad entre el artista y su público fue la piedra angular de este espectáculo magistral, tejiendo un vínculo que convirtió cada asiento en un lugar íntimo y especial.
A las 21:15 el telón se levantó con la fuerza arrolladora de “No seas dura”, una declaración de principios incluida en su último álbum, HERENCIA LEBÓN 3. Desde el primer momento, se respiraba la energía inconfundible del rock en el aire, una energía que Lebón lleva en las venas. Temas como “Cuánto tiempo más llevará” y “En la vereda del sol” resonaron con una intensidad visceral, sacudiendo a los presentes.
FOTOS DE MARTÍN BONETTO
El viaje musical abarcó diversas etapas de su carrera, cada canción una joya que brillaba con luz propia. El blues encontró su voz en temas como “Esperando nacer” y “Copado por el diablo”, donde la guitarra de Lebón habló con el alma. La colaboración especial del virtuoso guitarrista Alambre González en “Copado por el diablo” y la emotiva interpretación de “Mundo agradable” dejaron una huella imborrable. ¡Cómo toca Alambre!, resaltó Lebón.
“Me pasaron algunas cosas y ustedes me salvan”, indicó el Ruso, para luego invitar al escenario a la impresionante Luz Gaggi, quien se lució en “Frecuencia Modulada” y “Encuentro con el diablo”.
La versión de “Pubis angelical” mostró a Lebón en la batería y el joven prodigio Carmelo Addario (de 9 años) al piano y su padre Palmo Addario en la guitarra.
Después se atrevió con “Blackbird” de The Beatles, donde demostró toda versatilidad y amor al cuarteto de Liverpool.
En la versión de No soy un extraño se sumaron Nico Sorín y Hernán Jacinto, ambos en teclados y Gabriel Pedernera, en batería electrónica. David se equivocó en una parte y muy compungido pidió perdón. “¡Me perdonan, me equivoqué, qué vergüenza, toco desde los 14 años y me pasa esto!”. Y agregó, entre risas: “Esto seguro lo va a ver Charly”.
La interpretación magistral de “Layla” de Eric Clapton, con la participación del excepcional Luis Salinas en la guitarra y Cristian Judurcha en la batería, fue un momento sublime lleno de magia y emoción. “Siempre quise tocar como Eric Clapton, pero nunca pude hacerlo como él”, comentó Lebón y el público estalló en risas.
El show no dio respiro. Y apareció en escena Baltasar Comotto (guitarrista de Los Fundamentalistas, la banda de Indio Solari) con todo su virtuosismo en “Despiértate nena” y “Noche de perros”. Sus solos elevaron la experiencia a un nivel superior.”
“Fue pura felicidad mi paso por esta vida. Amémonos”, expresó el Ruso. “¡Olé olé olé, David, David!”, replicó el público que llenó el Movistar.
Pero no faltaron los clásicos que hicieron vibrar a todos: Desde “No llores por mí Argentina”, siguiendo por “Seminare”, pasando por “Puedo sentirlo” y la versión impecable de “Desarma y sangra”, acompañada por violín (el notable Alex Musatov), contrabajo y piano.
El cierre del show con el eterno “Nos veremos otra vez” fue el broche de oro de una noche inolvidable, un momento en el que el tiempo pareció detenerse y la música se convirtió en eternidad.
Después de más de dos horas y media de show, llegó la presentación de su banda, que estuvo integrada por Leandro Bulacio (dirección musical, piano y coros), Daniel Colombres (batería), Roberto Seitz (bajo y coros), Gustavo Lozano (guitarra y piano) y Daniel Ferrón (guitarra y coros).
“Gracias por venir”, exclamó Lebón al público. Luego hizo subir a su mujer, Pato, para que también recibiera su merecida ovación.
David Lebón demostró porque es un ícono del rock. Su habilidad para conectar con cada persona, es verdaderamente especial. Su legado musical es una herencia invaluable que seguirá por muchas generaciones.
“Amémonos. El amor es todo”, indicó.
Así será, David.
LISTA DE TEMAS
1- NO SEAS DURA 2- CUANTO TIEMPO MAS LLEVARA 3- EN LA VEREDA DEL SOL 4- BONZO 5- ESE TREN 6- NUEVAS MAÑANAS 7- LATIN RUMBA 8- ESPERANDO NACER 9 - 32 MACETAS / NO CONFÍES 10- COPADO POR EL DIABLO INVITADO ALAMBRE GONZÁLEZ 11- MUNDO AGRADABLE INVITADO ALAMBRE GONZÁLEZ 12- FRECUENCIA MODULADA INVITADA LUZ GAGGI 13- ENCUENTRO CON EL DIABLO INVITADA LUZ GAGGI 14- SAN FRANCISCO Y EL LOBO / BLACK BIRD 15- EL TIEMPO ES VELOZ 16- SIN DECIR ADIÓS 17- PUBIS ANGELICAL DAVID LEBÓN EN BATERÍA, BULACIO EN TECLADO 18- NO SOY UN EXTRAÑO INVITADOS NICO SORIN/ HERNÁN JACINTO/GABRIEL PEDERNERA 19- DESARMA Y SANGRA 20- LAYLA INVITADO LUIS SALINAS 21- PUEDO SENTIRLO 22-DESPIÉRTATE NENA INVITADO BALTASAR COMOTTO 23- NOCHE DE PERROS INVITADO BALTASAR COMOTTO 24- NO LLORES POR MI ARGENTINA 25- SUELTATE 26- SEMINARE 27- NOS VEREMOS OTRA VEZ
En tres horas de show, una puesta hipnótica, repleto de hits y una producción coreográfica de altísimo nivel internacional, la colombiana Karol G reafirmó ante sus fans argentinos porque es hoy una de las artistas más influyentes del mundo.
Vivir un show de Karol G es siempre una experiencia superadora, que explota todos los sentidos ansiando que no termine. Y es que la colombiana tiene un poder escénico único, que trasciende el género en el que tanto han querido encasillarla, para dar cuenta que la fortaleza de su talento interpretativo y compositivo es justamente la libertad con la que se mueve en la música.
Consagrada como una de las referentes latinas más importantes de la música urbana, Karol G viene transitando años cargados de reconocimientos y batiendo récords de convocatorias en cada uno de sus pasos artísticos. Siguiendo con este nivel de éxito rotundo, agotó en tiempo récord sus shows en el Estadio Vélez como parte de “Mañana Será Bonito Tour” por Latinoamérica.
Embanderada por completo, desde un especial look elegido con los colores argentinos, flameando nuestra bandera y vistiendo nuestra camiseta de la selección, Karol G demostró el afecto y lazo profundo que la une con nuestro país, emocionando en cada palabra dedicada con atención a sus fans, leyendo carteles y generando momentos únicos de complicidad.
Con un cuerpo de bailarines que potenciaba la inmensidad de su presencia en vivo, la interpretación de cada canción fue arrolladora. Así pasaron “TQG”, “Provenza”, “El makinon”, “Gato malo”, “Tusa”, “Bichota”, “Mañana será bonito”, entre las casi 30 canciones que abarcaron el repertorio, haciendo un recorrido por su enorme trayectoria.
Su paso por Vélez brindó una producción integral extraordinaria, con una puesta audiovisual impactante, tanto en su despliegue de pantallas como en el escenario con pasarela y estructuras aéreas que lograban que el público disfrutaran al extremo desde cualquier lugar del estadio. La narrativa y concepto del show de Karol G es capítulo aparte, por la impronta siempre tan especial que la estrella latina transmite en sus letras y melodías, en esta oportunidad complementando de manera perfecta con las visuales, voces en off y cambios de vestuarios, como en un especie de obra dividida en actos que marcaban el clima. Su potente voz y la potencia de sus movimientos en escena transmutan de lo erótico, sensual a lo romántico y angelical en las horas que dura el show.
“Sin dudas, este ha sido el mejor recital de nuestra historia“, exclamó Piti Fernández con una emoción que inundaba cada rincón del estadio de Ferro. Las palabras del líder de Las Pastillas del Abuelo resonaron en los corazones de los 35 mil fanáticos que se congregaron para ser testigos de una noche inolvidable, donde la música y la pasión se fundieron en un único latido. Habían pasado casi 3 horas y 30 canciones de un espectáculo que fue mucho más que un concierto; fue una experiencia sensorial, un viaje a través de las emociones más profundas y los recuerdos más intensos.
Cada acorde, cada letra, cada gesto de los músicos fue recibido con una ovación ensordecedora por parte del público, que no escatimó en energía para devolver el amor y la pasión que emanaban del escenario. La complicidad, un vínculo único, una conexión que trascendió lo físico y lo tangible para adentrarse en lo más profundo.
FOTOS POR SERGIO ACOSTA – GENTILEZA PRODUCE CRACK
FOTOS POR SERGIO ACOSTA-GENTILEZA PRODUCE CRACK
Cientos de jóvenes (y otros que no tanto), ansiosos y expectantes, se juntaron en la Plaza del Ángel Gris, en las esquinas de la avenida Avellaneda, en la previa del show para dar inicio a una fiesta pastillera sin igual. Desde temprano, se podía sentir la electricidad en el aire, alimentada por la emoción que emanaba de cada uno de los presentes. Micros provenientes de distintas localidades llegaban repletos de seguidores, todos con un único motivo: ver otro recital de Las Pastillas del Abuelo.
Con cada minuto que pasaba, la expectativa crecía, alimentada por la certeza de que la noche sería memorable. Los rostros de los jóvenes reflejaban la emoción contenida, la alegría de estar viviendo un momento único junto a sus amigos y seres queridos.
“Piti tiene razón, Piti tiene razón, esto es una fiesta la p… madre que lo parió“, agitó el público cuando habían pasado las 21 y el show aún no daba inicio. Se hizo esperar: poco antes de las 21:30 se apagaron las luces del estadio Estadio Arquitecto Ricardo Etcheverri. Con Piti Fernández en la voz, Bochi Bozzalla y Fernando Vechio en las guitarras, Alejandro Mondelo en los teclados, Santiago Bogosich en el bajo, Juan Comas en la batería y Joel Barbeito en el saxo, la banda estaba lista para ofrecer un espectáculo inolvidable.
Sorprendieron a todos cuando los siete se colocaron en el final de la pasarela para iniciar con “José“, de su disco debut “Por colectora“, del 2005. “Cerveza“, “Locura y realidad“, “Amar y envejecer“ se sucedieron. “Esto recién comienzaaa», lanzó Piti.
La banda se colocó en el lugar habitual tras la sorpresa inicial y se despachó con “Me juego el corazón“, “Donde esconder tantas manos“, “Hasta acá“ , “Fuerza locura y libertad“.
Las cuatro pantallas gigantes y un impactante juego de luces fueron el marco perfecto para la sucesión de temas como “Interpretación“, “Rompecabezas de amor“, “Postura“, “Inercia“.
“¿Qué es Dios?“, el poema de Alberto Sueiro convertido en canción, se erigió como un punto alto del show, un himno pastillero por excelencia. «No olvidemos a Beto Sueiro», lanzó Piti.
“Historias“, “Quién sabe“, “Dulce“, “Sabina y Piazzolla“, “Ama a quien llora por ti“ precedieron a “Loco por volverla a ver“, donde apareció en escena el primer invitado de la noche. Emanuel Noir, vocalista de Ke Personajes, se unió para versionar «Loco por volverla a ver». «Sorpresas te da la vida», indicó Piti.
El segundo invitado fue Benjamín Amadeo, reconocido actor y músico, quien cumplió su sueño de cantar «El Favor». «Escucho a Las Pastillas desde siempre y hoy me toca estar en un escenario con ellos. No me lo voy a olvidar nunca», expresó Amadeo. «Cómo canta el hijo de puta», lo despidió Fernández.
En la recta final del show, cuando ya se había superado la medianoche, el barrio de Caballito fue testigo de “Escaleras“, “Osiris“, “Enano“, “Esperando un puto as“. Y los bises con “Qué pretendo“, “Ojos de dragón“ y “Vuelta de tuerca“.
Desde los acordes iniciales hasta el último suspiro de la melodía, cada nota resonó con intensidad y emoción. La voz de Piti Fernández guió al público, las guitarras de Bochi y Fernando tejieron complejas y hermosas armonías. Acompañados por los envolventes acordes de Alejandro en los teclados, la sólida base rítmica de Santiago en el bajo y Juan en la batería y el saxo de Joel con un toque de sensualidad y profundidad, elevando la experiencia auditiva.
Una noche mágica, un día 20 (número mágico para Las Pastillas), que quedará grabada en la memoria de toda la familia pastillera para siempre.
Emilia Mernes ofreció el primero de sus diez shows en el Movistar Arena y sus fanáticos se deleitaron con un despliegue de talento pensado y logrado hasta en el más mínimo detalle. En el marco de su tour «.mp3”, la vocalista se subió a escena para homenajear y rememorar los años 2000.
Desde sus looks hasta las pantallas, todo estuvo perfectamente logrado y daba la sensación de haber vuelto a aquellos años en los que aparecía Britney Spears y la “amadrinaba” Madonna. Ya desde las calles que rodean al Movistar Arena se veían cientos de nenas y adolescentes usando los típicos brillitos en los ojos que popularizó Emilia y que ahora luce con forma de estrellas.
Esta vez sí se vendió el merchandising: chicas con vinchas, remeras y buzos desfilaron felices por poder estar presentes en el show de su ídola, que reparó hasta el más mínimo detalle: ¡en la entrada rociaban a todas con repelente para prevenirlas del dengue!
“Hola Buenos Aires, ¿están listos para vivir la noche de sus vidas?”, dijo Emilia al salir al escenario vestida de rosa y obviamente con muchos brillos para comenzar a cantar y bailar sus temas. Sonaron “Exclusive”, “Facts.mp3”, “Cuatro veinte”, “Jagger.mp3”.
A pesar del despliegue maravilloso y de la felicidad por estar cumpliendo su sueño, Emilia se tomó unos minutos para hablar sobre las críticas en redes sociales, un tema que perjudica a varias de las cantantes del momento, que lo padecen a diario.
“Quiero ser muy sincera y la verdad que estas últimas semanas me he sentido muy abrumada por todo el odio que he recibido en las redes. Es un lugar donde puedo interactuar con ustedes pero por momentos se vuelve un espacio muy hostil. Si yo no hubiese hecho un trabajo por mí o no tuviera mi terapia y trabajo el amor propio, no sé si hubiese sido posible estar hoy acá”, arrancó. Y enseguida agregó: “Lo que sí me arrepiento es de no haber hablado de ciertos temas y si no lo hice fue porque tenía miedo de que mi voz no sea lo suficientemente importante y que cualquier cosa que diga sea reducida a un titular. Día a día estoy intentando encontrar mi propia voz”.
“Me identifico con otras artistas mujeres que me inspiran y que amo, pero también me enoja tanto tanto cuando nos comparan constantemente, es agotador, demasiado se nos exige a nosotras en la industria. Ya basta de compararnos que si nos copiamos, que quién hace más números, que quién usó esto primero. Me encanta ver cuando mis compañeras se paran sobre el escenario, levantan su voz y luchan por nuestros derechos, loco, me encanta. Acompáñennos, es muy difícil para nosotras”, indicó la artista.
Con su novio, el cantante Duki, interpretaron “Como si no importara” y después se sumaron más invitados de lujo: Nicki Nicole, FMK, Thiago PZK y Callejero Fino.
Sonaron “Una foto remix” y 2En la intimidad”, al tiempo que con “La original.mp3” le rindió homenaje a la Madonna de los `90 tras hacer la coreografía al estilo “Vogue”. El momento más emotivo de la noche fue cuando le dedicó su tema “Guerrero” a su papá. Este show fue el primero de los diez que tiene previstos realizar en el Movistar Arena y que logró llenar en sólo 10 horas, batiendo todos los récords. Con producción de Fenix Entertainment, los próximos recitales de Emilia serán los días 7, 19, 20, 21 y 23 de abril y 3, 29, 30 y 31 de mayo. Sin embargo, por la gran demanda del público y luego de visitar otras provincias de la Argentina y países de Latinoamérica y Europa, regresará a Buenos Aires para ofrecer dos shows en el Estado Vélez Sarsfield los días 12 y 13 de octubre.
El SET LIST: Yo la pego, El ritmo, El cumbion, Me voy, yo tomo, De onda, estrella porno, Toco y yo voy, El gordo motoneta, Perro amor explota, Vuelos, Decimo, Víctimas, porteño de ley, El viejo de arriba, Sr Cobranza, La argentina al palo, La bolsa, Negra murguera, Se viene.